Todo lo que Ud. pueda imaginar, nosotros podemos realizarlo para usted - TEATRO de SALA - ESPECTÁCULOS CALLEJEROS - CUENTACUENTOS - PROMOCIONES Y DIFUSIÓN DE EVENTOS - PASACALLES - PERFORMANCES - FIESTAS Y GALAS - CENTROS COMERCIALES - GINCANAS PARA NIÑOS Y PARA ADULTOS - CURSOS DE TEATRO varios niveles - MALABARES Y ARTES CIRCENSES - CABALGATAS - TALLERES - SPEAKER PARA EVENTOS - RECREACIONES DE ESPECTÁCULOS DE ÉPOCA - ANIMACIONES PARA HALLOWEN - BELENES VIVIENTES - PERSONAJES FANTÁSTICOS - Todo lo que Ud. pueda imaginar, nosotros podemos realizarlo para usted.

lunes, 14 de junio de 2010

Belixto ... una segunda generación de Cómicos

*

Escribir acerca del Mercado Medieval de Monachíl obliga ineludiblemente a hablar de muchas cosas; respeto al noble oficio artesano, tibieza contrarrestando la fría y lluviosa noche granadina, temple ante las adversidades de todo un equipo de trabajo, y sobre todo mucha pero mucha calidad humana; pero antes de comenzar me gustaría compartir con vosotros algunas imágenes y una reflexión de la más antigua historia de España que ayudará a poner las cosas en su lugar.

Madrid (1783) . . . A los cuatro vientos proclaman las trompetas, que el rey de España ha decidido redimir la mano humana. Desde ahora no perderá su noble condición el hidalgo que realice trabajo manual. Dice el rey que el comercio no deshonra a quien lo ejerce, ni a su familia, y que "ningún oficio artesanal" es indigno de españoles.
Carlos III quiere poner su reino al día.
El ministro Campomanes sueña con la producción artesanal.
Los hidalgos (que en España abundan como los frailes)tienen manos útiles para España. Aunque sean "pobres de solemnidad" no paran de producir con sus manos otra cosa más que gloria."
(E.Galeano)




¿que más agregar a las palabras de don Eduardo Galeano?
Pues, solamente esto:

Estamos orgullosos de nuestro oficio y de como lo llevamos adelante.
Somos afortunados; hacemos solo aquello que amamos, y amamos lo que hacemos.

Gracias a todos y cada uno de los compañeros de la Organización y a los artesanos que no hicieron más que hacer deliciosamente placentero lo que las adversidades climatológicas se empeñaban en dificultar.